Querido Jaime Sabines:


Jaime, tu amada luna está llorando sin ti, últimamente está algo triste y nada la ha podidodo volver nueva hasta hoy, solo tu fuiste su amor, "Fuiste". Su corazón es de metal ahora, nada podrá calmarla, yo puedo escribirte de esto hata el cansancio pero no voy a poder salvarla.

Sabines, para un poema de Amor solo tu voz declama, Los Amorosos vienen por ti y permanecen en silencio eternamente por tu ausencia. Amaneció sin porvenir y me dí cuenta, tus palabras son un sueño, siempre viviras en tu poemas y en lo que pasa detrás de ellos.

Poeta, si pudieras verme ahora, escribiendote... Pero no, tu mejor sigue soñando tus sueños del alma, yo aún te percibo como esperanza y encuentro más en tus obras, todo lo que has escrito para la eternidad, lo que nos ampara, lo que te avala como maestro de maestros.

Muchas gracias por dejarnos tanto maestro, fue y siempre será usted un orgullo para el suelo Méxicano.

Eduardo Oropeza
08-28-2008

Aqui les dejo el poema que mas me gusta de este magnifico escritor Mexicano declamado por el mismo y abajo el poema escrito. Al final de está entrada podrán encontrar más información acerca del extraordinario Jaime.



Los Amorosos
Jaime Sabines


Los amorosos callan.
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.

Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.
Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.

Les preocupa el amor. Los amorosos
viven al día, no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.

Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre -¡que bueno!- han de estar solos.
Los amorosos son la hidra del cuento.

Tienen serpientes en lugar de brazos.
Las venas del cuello se les hinchan
también como serpientes para asfixiarlos.
Los amorosos no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los gusanos.
En la oscuridad abren los ojos
y les cae en ellos el espanto.
Encuentran alacranes bajo la sábana
y su cama flota como sobre un lago.

Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo.
Los amorosos salen de sus cuevas
temblorosos, hambrientos,
a cazar fantasmas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor
como una lámpara de inagotable aceite.

Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.
Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.

Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo,
complacidas,
a arroyos de agua tierna y a cocinas.
Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida,
y se van llorando, llorando,
la hermosa vida.


Información de Jaime Sabines en Wikipedia

 

posted by EdDy on jueves, agosto 28, 2008 under , , , ,

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